Amelia.
Por fin puedo abrir los ojos y veo que el lugar esta totalmente solo y parece como si alguien hubiera arreglado el lugar para ser habitado pero que paso aquí y donde esta Fenrick.
-¿ te puedo ayudar ?
Escucho la voz profunda de un hombro, al voltear miro a un hombre alto, rubio, de ojos azul cielo, de piel tan blanca como la porcelana que me extiende la mano con una dulce sonrisa.
-el suelo no es el lugar otra una mujer tan bella.
Tomo la mano del hombre que me ayuda a levantarme del suelo.
-gracias caballero, disculpe que le pregunte pero no a vista a un caballero de cabello rubio y ojos marrones rojizo.
-no lo e visto lo único que veo es a una mujer muy hermosa y disculpe que lo diga pero me siento cautivado por su belleza y a despertado fuertes deseos en mi pecho de estar a su lado me concede el honor de convertirse en mi esposa.
Las palabras de este hombre me sorprenden pero a la ves me desconcierta, no lo conozco y esta es la primera ves que lo veo y me dice