Capítulo 322
Incapaz de contener sus emociones por más tiempo, Sandra gimió mientras hundía el rostro en los hombros de Frederick. Incluso el mayordomo sintió pena por ella. Al ver la tristeza, que desprendía todo su ser.
Con el corazón encogido, Frederick le dio una palmadita en la espalda para consolarla.
Cuando Sandra lloró lo suficiente, Frederick la invitó a entrar a la casa y le preguntó con preocupación:
—Sandra, ¿dónde has estado estos últimos veinte años? ¿Cómo sucedió todo esto?
¿Cómo fue que desapareciste así?
Secándose las lágrimas, Sandra explicó con suavidad:
—En aquel entonces, asistí a una cena relacionada con un proyecto de inversión. Durante la cena, me encontré con Alfredo Windsor.
Frederick frunció el ceño y preguntó:
—¿La familia Windsor de Vancouver?
Sandra asintió.
Procedió a contarle todo lo sucedido a Frederick, incluyendo el motivo de su visita a la ciudad, su pérdida de memoria, y que tras la extracción del coágulo de sangre en su cerebro,