¿Quién mintió a quién? Esa es la pregunta que se hacen Fara y Gretel luego de la ausencia de su joven amante. ¿Quién fue infiel primero? Pero Fara sabe que su encantadora esposa fue quién lo hizo, nadie podía escapar de su encanto, mucho menos lo haría la joven mujer que habían reclutado en la calle como modelo. De ser una obrera en una fábrica, trabajando el turno de noche del diario, una tarde dos hermosas mujeres con una niña en medio de ellas llegan para ofrecerle un trabajo, mientras que a Leslie se le atora la empanada que ha pedido para comer, desde aquella tarde su vida cambia vertiginosamente, convirtiéndose en modelo y amante de dos modelos que antaño mirara con fascinación unos años atrás. Sin embargo Leslie quiere tan solo un poco de lo que hay en el mundo. Y eso es el amor. Sentimiento del cuál queda ya muy poco en la humanidad. Pero Leslie encuentra un poco de lo que perdió en su niñez en estás dos mujeres y su hija, su vida cambia pero aún así no deja de tener lapsos de ansiedad y pánico, cosas que pocas personas sabían de su vida, pero que sus dos amantes sabían de ello, mirando uno de sus ataques en una escena que la hizo recordar la muerte de su madre.
Leer másNació en el seno de una familia obrera, de aquellas que no tienen muchas posibilidades en la vida de aspirar a nada más que el pan de cada día, de aquellos que solo tienen para pagar luz, el agua, el gas y los pequeños gastos corrientes del día a día y del mes.
Aquellos de los que no se podían permitir enfermarse porque curarse costaba más de lo que valía morirse, así que más valía no enfermar o bien, podrías morir pronto y dejar de sufrir.Ella pertenecía a ese millón de millones de personas de las que siempre les hace falta algo, pero dada sus condiciones de escases de dinero, se tienen que conformar o aguantarse con lo que tienen o no tienen, pero que quieren, y así pasan sus días mirando cosas solo a través de los aparadores de cristal de las tiendas, anhelando un día tenerlas, pero se conforman con soñar que hasta el momento no costaba nada, pero malo sería que dado a las ocurrencias del gobierno se les antojara cobrar por cada sueño, si fuese así, el gobierno se forraría las carteras dejando a la población cada vez más pobres, soñando aún todavía con verse en condiciones mejores. Aunque para ese entonces Leslie crecía en el vientre de su madre, la cuál ignoraba que estaba embarazada de Francisco, quién trabajaba en la misma maquiladora que Isis, que fue donde se conocieron. Ambos, Francisco e Isis entraron el mismo día, mes y año a la maquiladora, tocando el mismo turno de noche.En un principio todos eran una manada de desconocidos que solo estaban allí para producir entre las inmensas e interminables bandas de la máquina de producción, eran solo esa porción de gente que necesitaba trabajar para llevarse algo a la boca para comer y vivir. Allí estaba la mayoría de la población de escasos recursos y decentes que prefería trabajar y ganar poco que ser un criminal sin vergüenza, de los que a menudo también abundaban por las calles y asaltaban al pobre obrero cansado de trabajar turnos hasta de más de ocho horas para poder recibir un poco dinero extra al final de la semana, para que al final viniera un maleante a arrebatarle lo que había ganado a base de esfuerzo y con el sudor de la frente.Francisco e Isis pertenecían a esa población, de esa masa que se perdía entre la multitud de cada día entre la rutina y el hartazgo de saber amanecer para ir a sus trabajos en los cuales tendrían que hacer lo mismo una y otra vez, tan repetitivamente como una película rayada en un reproductor de DVD y a pesar de que todos supieran que hacer, en determinado momento la producción en la fábrica se detenía por el descuido de algún obrero, provocando que se retrasara por horas la producción, enojando al supervisor que les reprendía con enojo por su ineptitud de aquél día, porque sabía que él también se vería afectado por ese contratiempo, todo iba en cadena como un efecto domino, del más pequeño al más grande, una cadena en la cuál el pez más grande necesitaba del pez más pequeño para sobrevivir y seguir en el primer escalón de la cadena alimenticia.Sin ellos no habría nada y así era la vida desde siempre y no tan solo con los humanos, sino hasta en los animales reinaba el mismo orden, aunque allí no se manejaba el clasismo de: tú eres rico y yo soy pobre o viceversa, ahí solo importaba sobrevivir, algo también común con las personas, necesitábamos sobrevivir y reproducirnos como especies para nuestra conservación e instinto de supervivencia de seguir poblando la tierra.Isis y Francisco iniciaron su romance, comenzando primero por la amistad, su amistad surgió de la manera más descabellada cuando llegó la hora de comer y al asistir al comedor de la fábrica, chocaron accidentalmente cuando Francisco iba corriendo para poder alcanzar el almuerzo que consistía en una especie de papas mal guisadas. A Francisco no le dio tiempo parar de correr cuando Isis apareció de la nada en su camino llevando en sus manos su cena patosa, siendo entonces que Francisco arremetió contra ella de lleno haciéndola caer al piso delante de todos los obreros, cayéndole encima la masa de papas. La escena hizo que todo a su alrededor quedara en silencio por unos instantes, mientras Isis se moría de la vergüenza y el coraje por el chico estúpido que había chocado con ella haciendo que aterrizara en el suelo, después de ese incómodo silencio todo pareció retomar su curso menos para Isis y Francisco que seguían mirándose. Ella lo miraba a él con enojo y él la miraba tremendamente avergonzado por su estupidez, pero a pesar de su poca capacidad de pensar y racionar en ese momento, ayudó a levantarle a pesar de la mirada asesina de Isis sobre de él, era lo menos que podía hacer, él también se moría de la pena.-Lo.. lo siento – se disculpo Francisco con Isis, pero está no respondió, pues se limpiaba afanosamente el uniforme que usaba durante sus horas laborales – no la vi. Discúlpame, por favor discúlpame.-¡Crees que con tus tontas disculpas me hará quitar la vergüenza que siento ahora! – hablo con voz aflautada por el coraje y su cara estaba roja por la vergüenza y el enojo.Sin embargo para Francisco fue como ver el primer amanecer que miraban sus ojos, el primer descubrimiento de algo maravilloso en su corta vida, Isis había cautivado a Francisco con todo y su enojo, él considero que se miraba hermosa a pesar de la vergonzosa situación y sin darse cuenta estaba sonriendo como un bobo e Isis lo mal interpreto.-¡Ahora te burlas de mí! – está vez no pudo evitar alzar la voz – ¡no tienes vergüenza! ¡mal educado!-¡No! ¡no me río de ti! – aclaro.Isis de verdad quería matarlo y no tan solo con la mirada que le dirigió antes de irse con su amiga María, que había observado todo en silencio, Francisco se quedó allí plantado viendo como Isis se dirigía sola hacia los baños, mientras María iba a dejar la charola vacía en los contenedores.Desde ese momento Francisco comenzó a preguntar por Isis a todos los que podía, le pregunta a cualquiera que miraba pasar o a sus compañeros de sección, pero no muchos en un principio le pudieron decir sobre la persona que preguntaba, sino que fue casi al final de su turno a eso de las cuatro de la mañana en que alguien le dio la información que había estado solicitando con urgencia y desespero.-Su nombre es Isis – le dijo uno de sus compañeros que parecía tener amistades por toda la maquiladora. El informante era un hombre bastante acomedido y campechano que a todo el mundo le caí bien por su manera de ser – está en la sección tres y también trabaja en el mismo turno que nosotros, de vez en cuando hace turnos dobles y hoy es uno de esos días.-¡Gracias! ¡muchas gracias! – dijo Francisco entusiasmado.-¡Gracias nada! – dijo él sonriendo – me debes una chela bien fría.Francisco sonrió diciendo que era lo menos que podía hacer por él después de la información que le había dado. Apenas terminar su turno Francisco corrió hacia la salida a la espera de Isis, necesitaba disculparse con ella e invitarla a por lo menos a un desayuno decente. Esperaba que ya no siguiera tan enojada con él por lo ocurrido, mientras esperaba en la salida de la fábrica, Francisco fue observado como bicho raro mientras miraba a todos los que salían, mirando buscar a alguien entre los que iban saliendo, por un momento pensó que Isis ya se había ido, pues tenía casi más de diez minutos esperando, su esperanza que creía perdida dio luz verde cuando la miro venir acompañada con la misma chica de antes en el comedor.-¡Hola! – la saludo Francisco saliendo a su encuentro mientras se moría de la vergüenza por su atrevimiento.María le dedicó una sonrisita a Isis antes de alejarse y dejarla sola con él, Isis le dedicó una mirada de súplica para que no la dejara sola, pero desde que tuviera aquél accidente en el comedor, María la había comenzado a fastidiar con él, diciéndole que se había caído por la baba que a Francisco se le había caído de la boca, esa ocurrencia la había hecho reír, pero ahora, justo en ese momento no le hacía tanta gracia, no es que pensara que el tipo fuera feo, lo que pasaba es que se le antojaba demasiado bobo.Isis se detuvo y lo miró a la cara, era guapo, sí, tenía el cabello ondulado y negro, sus ojos eran color avellana, grandes y bonitos, su voz era muy varonil y su aspecto físico era atlético, alto y con brazos bastante fuertes y Francisco se sintió más nervioso al ver la mirada escrutadora de Isis sobre él, que pensó inmediatamente en que ojalá hubiera pasado la prueba de inspección.-Hola ¿vas a empujarme de nuevo? – le pregunto con malicia al tiempo que sonreía.-¡He! No, no. Solo quiero disculparme de nuevo contigo por lo que pasó.-De acuerdo, estás perdonado.-Deja que te invite a desayunar ¿puedes? O ¿tienes inconvenientes?-No será que lo que quieres preguntar es si tengo un novio – Francisco está vez se puso rojo e Isis se hecho a reír.-Bueno, no quiero ser golpeado ni causarte problemas con alguien. Por eso lo decía.-Bueno para quitarte la preocupación no salgo con nadie y sí, si puedes invitarme a desayunar.Caminaron juntos por la calle esa tranquila mañana del viernes – último día laboral de ellos – caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a un pequeño local que servía café con panqueques, además de desayunos. Francisco caballerosamente al llegar a una de las mesas del lugar aparto una de las sillas para que Isis tomara asiento, una vez que Isis acepto el gesto, él finalmente tomo asiento y enseguida se acerco una joven mesera para tomar su orden, una vez hecho el pedido se alejo y los dejo solos, aunque la intimidad para iniciar una breve conversación no era mucha, ya que en cuanto ellos llegaron, el local se empezó a llenar de personas que bien iban al trabajo o bien salían como Francisco e Isis.-¿Dónde vives? – le pregunto Isis, iniciando por una conversación simple y cotidiana.-No muy lejos de aquí.-¿Solo o con tus padres?-Solo, rento un cuartucho a una dos cuadras de aquí. Soy de provincia, vine aquí hace seis meses para trabajar, de dónde vengo no hay mucho empleo, por eso vine aquí.-¿Extrañas a tu familia, tu tierra?-Si a todo, sobre todo la comida. Aquí es mala pero de peor sazón – ambos se echaron a reír – no quiero decir que allá haya comido platillos de lujo, eran igual de sencillos que aquí, pero aquí no tienen sazón.-Bueno, si lo dices por la lavazas que dan en el trabajo, déjame decirte que no solo a ti te saben horrible, a mi también, pero no hay para otra cosa. Comprar algo allí sale caro, eso solo se lo permiten los supervisores y algunos otros con mayor sueldo que nosotros.De pronto su conversación se fue haciendo cada vez más fácil y la incomodidad que les había hecho sentir nerviosos y torpes sobre todo a él, desapareció haciendo que el tiempo pasará volando.-¡Dios! – exclamó Isis mirando su reloj – ya es tan tarde, tengo que irme o sino mis padres se preocuparan y me reprenderán. Gracias por el desayuno.-Gracias por aceptar mis disculpas.-Dime tu nombre antes de que me vaya – le dijo mientras apuraba su último trago de su ya café frío.-No te lo he dicho ¿verdad?-No.-Me llamo Francisco Pena.-El mío es..-Ya lo sé – intervino él sin dejarla terminar – tu nombre es Isis.-Isis Macedo – dijo extendiendo su mano para estrecharla con la de él – mucho gusto.-Igualmente, mucho gusto Isis.-Nos vemos el lunes Francisco.-Nos vemos Isis.Se habían exaltado y elevado la voz, así que decidieron permanecer en silencio unos minutos para calmarse, ambas habían accedido a meterse en la cama de Leslie porque era evidente que a las dos les atraía por igual, porque de haber sido de otra manera ninguna de las dos hubiera accedido a hacerlo así como así.-Debemos de admitir lo que pasó – hablo Fara tras un largo momento en silencio – porque si ninguna de las dos hubiera querido hacer algo como lo que hicimos. Ni tu, ni yo, nos hubiéramos acostado con Leslie a solas.-Lo sé y no fue culpa de ella no decirnos algo.-No, no lo fue. Tanto tu como yo le pedimos guardar el secreto ¿No es así?-Así es, ella guardo el secreto ¿Qué más podía hacer?-No lo sé, supongo que por un lado entiendo que en determinado momento no supiera que hacer, si nos amaba a las dos era normal que en su cabeza hubiera toda una revolución entre lo que debía o no debía.-No quería que pasara lo que sucedió con Leslie – susurro Gretel echánd
Cuando Gretel termino de leer, sus ojos estaban inundados de lágrimas, le dolía el corazón y no porque fuera algo debido a salud, sino porque las palabras de Leslie le habían llegado hasta el alma, ahora entendía porque era tan distante las primeras veces que hablaron con ella, quería amar y ser amada, pero el miedo a perder a las personas era igual o más grande que sus deseos.De: [email protected]: [email protected]: Despedida.Sé que sigues en el hospital y que no te gusta alejarte de tu hija, lo entiendo perfectamente. Te agradezco el que me permitieras verla esta tarde y los otros días. Gracias.Seguramente ya sabes que le dije a Gretel que me enamore de ustedes, no pude evitar que saliera de mi boca, siempre trate de no decirlo, pero supongo que cuando los sentimientos son tan fuertes, es difícil controlar las palabras dentro de tu boca, me ganaron las emociones,
Gretel tardo unas horas más de lo que creyó iba a demorarse, cuando volvió al hospital junto a Fara, arribo con el rostro descompuesto y sin decirse ninguna palabra ambas mujeres se abrazaron, Gretel comenzó a llorar apenas sentirse en los brazos de su mujer, a quien no le hizo falta preguntar si era cierto que Leslie estaba muerta, su llanto le confirmaba a Fara que era cierto, que su joven amante había muerto.-¿Qué fue lo que pasó? – pregunto Fara cuando Gretel había dejado de llorar.-Se suicidó – susurro y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas –. Se arrojo de la terraza, murió casi al instante y dono sus órganos. Creó que ella es la donante de Sofía. Cuando nos dijeron de que había un corazón para Sofía, fue justo unas horas después de la muerte de Leslie.-¿Cómo reaccionó su padre?<
El personal de la agencia se quedó cuchicheando luego de que la policía se fuera, estaban aún incrédulos de que Leslie estuviera muerta, el día anterior la habían visto casi actuar normal, estaba ojerosa y más delgada, pero parecía estar más o menos bien, suponiendo que tal vez solo tuviera mal de amores y nada más, no que estuviera tan triste y deprimida como para quitarse la vida, las secretarias llamaron a Gretel en cuanto los uniformados se fueron, pero está no respondió la llamada, solo las mandaba directo al buzón.Fara y Gretel esa mañana habían recibido la gran noticia de que había un corazón para Sofía, era el órgano de una mujer joven que parecía ser compatible con Sofía, que la causa de muerte había sido trauma cráneo encefálico, siendo así lo ideal para un trasplante, ellas no pudieron evitar a
-¿Cómo te fue con Leslie? – pregunto Fara a Gretel cuando llego al hospital.-Se quedó llorando – respondió Gretel sin poder evitar que sonara dolorida y atormentada por haber hecho llorar a Leslie.-Sabías que eso pasaría.-Lo sé, pero una cosa es imaginarlo y otra verlo.-No debimos haber sostenido esa relación con ella.-Si, pero ahora es muy tarde.**********************************************************Al día siguiente Leslie se presentó a trabajar pero parecía montada en una nube, pues la noche anterior hizo uso de las pastillas para poder dormir, pero a pesar de que la noqueaban durante toda la noche, cuando llegaba la hora de levantarse, Leslie se sentía aturdida, pero lo que más le agradaba de este efecto secundario era que no le permitía pensar demasiado en lo que le estaba pasando, se sentía de alguna forma anestesiada,
Cuándo Leslie bajo del taxi justo enfrente del lugar citado, Gretel le esperaba afuera de la cafetería, iba vestida informal como últimamente lo venía haciendo y a Leslie no dejaba de gustarle, llevaba puesto unos vaqueros deslavados y una playera tipo Polo, a pesar de su indumentaria a Leslie no le dejo de parecer guapa y de poseer aquél poder que ejercía en las personas que la miraban.Cuando llego hasta ella se saludaron de un beso en la mejilla y se otorgaron un fuerte abrazo.-¿Cómo está Sofía? – pregunto Leslie de inmediato.-Sigue igual – respondió Gretel mientras se encaminaban hacia dentro de la cafetería.-¿Está Fara con ella ahora?-Si, no te preocupes ¿Cómo estás tú? – le pregunto a Leslie viendo aún de bajo de sus ojos unas notables ojeras, al tiempo que la vio disimular un bostezo. A parte de eso
Último capítulo