Para vengar la muerte de su exesposa, el empresario Brandon Morotova, conquista y le pide matrimonio a la hija del hombre que le arrebató la vida a su mujer, dejándolo viudo y sumido en una inmensa tristeza de la cual le ha costado mucho trabajo salir. Valquiria es la chica más bondadosa que puede existir, ella no sospecha de los planes que Brandon ha preparado en su contra, ella acepta casarse con él, sin imaginar que estaría firmando su sentencia de sufrimiento. Su vida se complica aún más cuando logra escapar de las garras de Morotova, y se da cuenta de que está embarazada, sin dinero y sin el apoyo de su padre ella lucha para sacar adelante a sus hijos. Ella no lo sabe, pero desde ese momento se ha convertido en la madre de los trillizos del millonario.
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—¡Eres un asco de mujer! ¿Cómo crees que estando en mi sano juicio me iba a enamorar de ti?
—Tú juraste que me amabas, ¿por qué has cambiado de opinión tan repentinamente? Acabamos de casarnos, por favor no me abandones.
—Jamás te he amado. Saca esa idea de la cabeza y métete al rollo de que nunca va a suceder.
—¡Un día te arrepentirás de haberle hecho daño a la mujer que te amaba con el alma, y ese día, mi amor… ese día, llorarás!
…
Valquiria Estrada
Me casé estando muy enamorada de un hombre el cual solo me quería tener a su lado para hacerme sufrir, él decidió que yo pagara por una venganza de la cual resulté ser inocente. Él me juró amor eterno, me prometió con su vida que siempre cuidaría de mí hasta que uno de los dos se marchara de este mundo. Yo le creí porque de verdad lo amaba… yo me enamoré de él como una loca que no mide las consecuencias de sus actos con tal de estar con la persona que su corazón le dice que esa será su alma gemela para toda la vida.
Él no me amaba, él me destruyó por completo y no tuvo ni una miserable gota de compasión al jugar conmigo para luego desecharme como a una simple basura que no vale nada, o quizá para él, vale más esa basura que yo misma.
Ese hombre marcó y arruinó mi juventud y mi vida para siempre. Cuando lo conocí, se portó como un pan de Dios, me ofreció el cielo y la tierra y yo, por ser una chica que venía de un pueblo lejano y de tierra dentro, le creí todas las promesas que él me hizo.
Cuanto me arrepiento ahora de haberle creído a ese hombre, mejor me hubiese dedicado solo a estudiar, ese fue el motivo de venir a la ciudad, estudiar y prepararme para tener una buena carrera y en un futuro trabajar y juntar un poco de dinero y traerme a mi hermano menor para que él también tenga la oportunidad de estudiar y salir adelante como yo.
Pero no, ese hombre que se hace llamar Brandon Morotova, truncó mis sueños, ese sueño de ser una arquitecta profesional y que en el futuro diseñaría mi propia empresa, todo eso él se lo ha llevado. Quizá ya no podré cumplirle a mi hermanito menor la promesa que le hice de darle el estudio que se merece, ya que allá de donde vengo no existe esa clase de oportunidades debido a la escasez de recursos económicos y a la falta de ayuda por parte de los gobernantes.
Ahora estoy aquí, presa entre las cuatro paredes de la casa del hombre que en nuestra noche de bodas me sedujo y prácticamente abusó de mí, y digo que abusó, porque él fue muy brusco en el acto, entre más le gritaba que se detuviera porque me dolía, él con más fuerza me penetraba, claro que me dolía a morir porque era mi primera vez, soy bastante chiquilla y jamás había estado con un hombre antes que él.
Él me tiene encerrada en esta habitación, no sé cuántos días han pasado exactamente, pero, según mis cálculos, ya van dos meses. Yo supongo que así es porque he ido contando las noches que llevo encerrada. Aquí no tengo celular, ni siquiera un reloj en la pared que me pueda indicar la hora. No hay nada en esta habitación, ni siquiera una cama en donde pueda pasar la noche y conciliar el sueño con tranquilidad. Para más desgracia, desde hace unos días he comenzado las mañanas con mareos y vómitos. Cada cosa que me dan para comer, lo vomito a los segundos de haberla ingerido.
No quiero que mis sospechas sean ciertas, pero, lo más seguro es que, a mi corta edad, ya esté embarazada, y lo peor es que de una bestia… una bestia que lleva por nombre, Brandon Morotova.
Desde la trágica noche de bodas no he vuelto a ver a ese hombre llamado Brandon. Aquí quien me sirve la comida y el agua todos los días es una señora que, al igual que mi esposo, parece una bestia que vela para que yo no me escape. Por lo menos me han dado de alimentarme, de lo contrario quizá ya estuviese sin vida.
Me duele estar en esta situación, me duele de solo pensar en mi padre que está en el rancho cuidando de mi hermanito menor, él debe de estar muy preocupado por mí porque desde que estoy aquí encerrada no me comunico con él. Le pido a Dios que me los tenga con bien y que me dé la oportunidad de salir de esta cárcel impuesta por el hombre que se suponía que me amaba.
A Brandon lo conocí en la universidad, era mi maestro. Siempre lo veía como un gran hombre y bueno, no les voy a mentir que al principio me daba un poco de temor cuando recibía las clases con él, porque era bastante serio.
Él, al principio, no me volteaba ni a ver, quizá ni se daba cuenta de mi presencia, en realidad con ninguna de mis compañeras era coqueto, nada de nada. Incluso se llegó a comentar en la universidad de que él es gay, pero lo dudo, o si lo es, lo esconde muy bien.
Recuerdo que la primera vez que me dirigió la palabra, yo estaba por finalizar un examen. Todos ya se habían retirado del salón porque entregaron casi en blanco la hoja, la verdad estaba demasiado difícil, pero yo sí le entendía y por eso me tardé más tiempo que ellos.
Él se acercó a mí y me propuso que nos viéramos al salir de clases, él me comentó durante el examen, que se ha enamorado de mí y que le gustaría tener una oportunidad para conquistarme. Y pues yo como desde que lo vi la primera vez me enamoré de él, entonces le acepté aquella salida en la cual se nos hizo una costumbre durante dos largos meses de salir e irnos juntos después de terminar las clases.
En la universidad no dábamos a conocer nada para que nadie sospechara de lo nuestro, y digo lo nuestro, ya que después de tres semanas de estar saliendo me pidió que fuera su novia. Imagínense lo feliz que yo me sentí en ese momento. Para mí fue como alcanzar la gloria, al ser la novia del maestro más guapo de esa universidad.
Una semana después me pidió matrimonio, pero nos casamos a escondidas de todo el mundo. Él no conoce a mi familia y yo tampoco la de él. Me mintió, me pidió que sacase permiso por una semana en la universidad y él también lo hizo, según era, para irnos a celebrar nuestra luna de miel. Tampoco nunca me quiso llevar a que conociera su casa, que era en donde se suponía que íbamos a vivir luego de que nos casáramos.
Cuando me trajo a este lugar, lo hizo bajo engaños. Él me dijo que pasaríamos nuestra primera noche aquí en esta casa de alquiler y que al día siguiente tomaríamos su avión privado para volar a otro país. Creo que hasta me mintió al decirme que ya había tramitado mi pasaporte, ahora que lo recuerdo nunca me lo quiso mostrar, siempre me puso un pretexto para que yo no lo viera, lo más seguro es que también me haya mentido al decir que tenía su propio avión privado ¿Cómo es que un simple tutor de una universidad, va a tener suficiente dinero para comprar esos aparatos? Gracias a Dios que no soy una mujer interesada en lo material, de lo contrario eso me estaría doliendo también.
Ahora mismo ya está anocheciendo, o eso pienso porque la señora que me acompaña ha venido ya tres veces en poco tiempo, eso significa que es la cena que me está ofreciendo. Me he comido todo lo que me trajo, sin desperdiciar una sola migaja de las que caen al suelo, pues mis manos tiemblan por el frío y los nervios que todos los días me atacan al no saber qué será de mí dentro de un tiempo.
Maya regresó al ejército. Está dispuesta a pedir la baja, ya que, el médico ha dicho que su embarazo es de alto riesgo por ser múltiple. Sí, la historia casi se repite, solo que Thiago es trillizo y pegó mellizos.Francisco y Melisa se habían distanciado cuando Maya descubrió las mentiras de Thiago. Hace dos días decidieron darse una nueva oportunidad en el amor y también pensaron que sería buena idea ayudar a que la otra pareja se reconciliara.Trazaron un plan que se llevaría a cabo esta misma noche. Melisa le pidió a Maya que se vistiera hermosa porque quería celebrar con una cena la noticia de que sería tía de dos bebés.Mientras tanto, en otro lugar. Francisco le pidió a Thiago que se vistiera elegante porque iría a pedir la mano de su novia Melisa y quería que lo acompañara como buen amigo.—¿Tú crees que tengo ánimos para salir a festejar cuando estoy destrozado? —Renegó Thiago.—Pensé que te alegrabas por mí, pero veo que solo te interesas por ti mismo. —Lamentó haciendo un pu
Por más que Thiago le suplicó a Maya para que se quedara a su lado, ella no lo aceptó y prefirió regresar a casa de su padre. En el hospital le dieron dos meses de incapacidad para que su pierna se recuperara completamente.Thiago no se cansa de llamar, envía mensajes de texto a cada momento esperando a que ella se digne a perdonar su error y darle una segunda oportunidad. Ni siquiera Melisa ha querido atender las llamadas de su novio Francisco; ellos tuvieron una discusión muy fuerte cuando se supo la verdad.Ambas chicas están emocionadas con la llegada del bebé. Maya se preocupa en ocasiones, pero al saber que cuenta con el apoyo de su amiga y de su padre, se siente feliz.—Papá, dejaré de estar en el ejército hasta tener ocho meses de embarazo. —Alega ella cuando su padre le exige que renuncie al peligro, aunque sabe que por su condición será trasladada a oficina.Thiago lamenta no haber conocido anteriormente la casa de su suegro. Ahora no sabe cómo hacer para encontrar a su espo
Thiago se emocionó cuando la enfermera le dio la noticia. Sonrió y le dio un beso en la frente a su mujer. Aunque no estaba en sus planes convertirse en padre, se siente contento y ha prometido en silencio ponerle fin a su vida caótica, confesándoles a sus padres que no podrá casarse con la mujer que ellos le eligieron, porque a su lado ya está la mujer que ama y que ahora le dará un hijo.Una hora más tarde, Maya abrió los ojos, sentimientos encontrados experimentó, ya que, por una parte, le agradaba que el esposo estuviera a su lado sosteniendo su mano con cariño, pero, por otra parte, estaba molesta porque lo que han vivido ha sido una completa mentira que él sostuvo sin temor a hacerle daño.—Has despertado, ¿te sientes mareada? —Preguntó amable y a la vez preocupado, ya que ella lo observa con indiferencia.—¿Quién eres? —preguntó con voz suave.—Esposa, ¿perdiste la memoria? El médico dijo que tu cabeza no había sido dañada, ¿cómo es que no recuerdas nada?—Dime, ¿quién eres? —V
Al ver que los contrarios han disparado contra la integridad física de uno de sus miembros, el coronel que dirigía aquella misión ordenó que asesinaran a sangre fría a aquel capo. Solo así cesaría la violencia y tuvo razón.Todos salieron corriendo del lugar cuando el fuego cesó. Thiago dejó abandonada a la mujer que lo acompañaba y fue a buscar a su esposa; sin embargo, sus compañeros de armas ya la estaban trasladando a la clínica.Thiago habló con uno de los uniformados y le hizo saber que era el esposo de Maya y que necesitaba estar con ella para conocer su estado de salud. Justo en ese momento Melisa iba pasando por el lugar, va corriendo a subir a una patrulla para acompañar a su amiga.Thiago la vio, la detuvo y le suplicó que lo ayudara a llegar con su mujer.—Mira, no tengo tiempo para detenerme a hablar contigo y darte mayores detalles. Sígueme en tu auto, no te pido que vengas conmigo porque es prohibido que un civil nos acompañe cuando corremos peligro. —dijo ella. Pero, a
Los días van pasando y las vacaciones de Maya se acabaron muy pronto. En esta visita se ha sentido un poco celosa de que su marido reciba llamadas a cada rato y no las conteste frente a ella.—¿Tienes algo que contarme? —Preguntó en cierta ocasión.—No hay nada. Todo está muy bien entre nosotros, si te refieres a las veces que he llegado tarde a casa es porque en la empresa hay mucho trabajo en este momento. —Aclaró.—Está bien. Aceptó ella, sin embargo, aquella espina siempre le molestaba.El padre de Maya le había comentado anteriormente que al casarse debía de renunciar al ejército para que atendiera al esposo. Ahora que lo ha conseguido, él le pide que cumpla con lo prometido. En realidad, a su padre no le agrada que su única hija corra peligro al luchar contra las pandillas y narcotraficantes, prefiere que tenga un trabajo normal en cualquier empresa.—Dame tiempo, padre. Ni siquiera mi esposo se molesta porque sea militar y tú sí. —Le reprochó.—Es porque te quiero, hija. Soy pa
Francisco se llenó de miedo. Su amigo es muy enojado cuando algo no le agrada y ahora él había metido las extremidades hasta el fondo al decir que era su jefe.—En realidad, él es mi secretario. Supongo que por eso no tengo el derecho a saber sobre su vida. —corrigió.—Eso suena lógico. —Respondió Melisa.El hombre dijo que iría a saludar a unos amigos y desapareció antes de que Maya llegara.En ese momento las amigas no volvieron a tocar el tema. Regresaron temprano y cada una durmió donde le tocaba.El mes siguiente ambas tenían libre la misma semana. Así que, Maya la vino a pasar en casa con su esposo y Melisa se quedó en su ciudad. Desde aquel día mantiene comunicación con aquel hombre y han quedado en que se reencontrarán.Maya se alegró mucho con su amiga, así que preparó una cena para los cuatro y le dijo que lo invitara, pero que no le dijera que es a casa de su secretario porque se sentirá incómodo.Lo que Maya desea es que los cuatro comiencen a convivir y se lleven bien.—¿
Último capítulo