Isabel Thornton, una joven noble, está comprometida con un hombre elegido por su familia. Sin embargo, su corazón late por otro: Daniel Hartman, el jardinero de la mansión, cuya humilde posición social convierte su amor en un peligroso secreto.A través de encuentros furtivos en el jardín, Isabel y Daniel descubren la profundidad de su conexión, enfrentándose a los desafíos y peligros que conlleva su amor prohibido. Sus miradas clandestinas y promesas bajo la luna se convierten en el centro de su universo, mientras la sombra de la traición y el deber familiar amenaza con separarlos.Cuando un oscuro secreto del pasado emerge, Isabel y Daniel se ven obligados a tomar decisiones que pondrán a prueba la fuerza de su amor y su valentía. En un mundo donde las diferencias de clase y las expectativas sociales dictan el curso de la vida, ¿podrán estos dos corazones encontrar un camino hacia la felicidad, o serán condenados a vivir en la sombra de un amor imposible?"El jardín de los amores prohibidos"
Leer másEra el año 1840 una época marcada por el reinado de la reina victoria de Inglaterra. Dónde la clase social y sus estrictas normas de conducta marcaron para siempre está época. La era victoriana es conocida por su rigidez social, las estrictas normas de conducta y la clara división de clases sociales.
A las afueras de Londres, sé encuentra la mansión Thornton una renombrada familia aristócrata, poseedora de muchas riquezas.
Era una hermosa mañana, el sol se filtraba a través de los grandes ventanales de la mansión Thornton, bañando de luz la sala de estar. En ella sé encuentra Isabel Thornton, una hermosa joven noble de 18 años, de espíritu libre y corazón apasionado.
Educada en las artes y las ciencias, su curiosidad y empatía la hacen cuestionar a veces las rígidas normas sociales de su época.
Sentada sé encuentra en un sillón junto al ventanal, dejó que los cálidos rayos iluminaran su rostro mientras hojeaba un libro de poesía. Era su momento favorito del día, una breve tregua de las expectativas y restricciones que su familia y la sociedad imponían sobre ella.
Isabel levantó la vista de su libro y contempló el jardín que se extendía más allá de los cristales. Era un mar de colores y aromas, cuidadosamente diseñado y mantenido por el joven jardinero.
Daniel Hartman El joven jardinero de 21 años, de origen humilde pero con una nobleza de espíritu. Trabajador, dedicado y con un profundo amor por la naturaleza. A pesar de sus diferencias sociales, Isabel siempre había sentido una conexión inexplicable con él. Sus caminos apenas se cruzaban, pero en esas raras ocasiones, sus miradas se encontraban y una corriente invisible parecía pasar entre ellos.
Ese día, Isabel sintió un impulso irrefrenable de salir al jardín. Cerró su libro con suavidad y se levantó, dispuesta a aprovechar la libertad que le ofrecía la mañana. Caminó por el pasillo, esa mañana vestía con un hermoso vestido echó de telas de lino terciopelo y lana,de un color pastel claro,con hermosas detalles de lazos y cintas volantes. sus zapatos haciendo eco en el suelo de mármol, y salió por la puerta trasera que daba directamente al jardín.
El aire fresco la envolvió inmediatamente, llenándose de una sensación de renovación. Pasando entre los rosales, tocando con delicadeza los pétalos suaves como la seda. La fragancia de las flores la envolvía, llevándola a un estado de calma.
A medida que avanzaba, escuchó el sonido familiar de una pala hundiéndose en la tierra. Isabel se detuvo y, tras unos segundos se encuentra, el origen del sonido. Allí, en una de las parcelas de flores más alejadas de la mansión, vio a Daniel, concentrado en su trabajo.
Daniel Hartman era un joven de complexión fuerte y mirada serena. Su cabello castaño caía desordenado sobre su frente, y sus manos, ásperas por el trabajo constante, manejaban la pala con destreza. Al percibir la presencia de Isabel, levantó la vista, sus ojos verdes encontrando los de ella.
Daniel :"Buenos días, señorita Thornton," inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.
Isabel:"Buenos días, Daniel, respondió Isabel, con una gran sonrisa que no podía contener. El jardín luce hermoso, como siempre.
Daniel: Gracias señorita. Es un placer trabajar aquí," dijo él Daniel, devolviendo la sonrisa.
Había algo en su voz, una calidez que Isabel siempre había encontrado reconfortante. Hubo un breve silencio, lleno de palabras no dichas y emociones ocultas. Finalmente, Isabel se acercó un poco más, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.
Isabel:"¿Te importaría si me quedo aquí un rato?
Isabel:Me gusta mucho esta parte del jardín," dijo ella.
Daniel: "Por supuesto, señorita. Es todo suyo," respondió Daniel, volviendo a su trabajo pero manteniendo la conversación.
Daniel :"¿Le interesa la jardinería?
Isabel: "Siempre me ha fascinado," admitió
Isabel, arrodillándose junto a una planta de lavanda y acariciando sus hojas.
Isabel:"Es increíble cómo algo tan pequeño puede crecer y convertirse en algo tan hermoso.
Daniel:asintió, apreciando su entusiasmo genuino.
Daniel:"La jardinería requiere paciencia y cuidado. Es un recordatorio constante de que las cosas buenas llevan tiempo."
Isabel: lo miró, sorprendida por la profundidad de sus palabras.
"Nunca lo había pensado de esa manera, pero tienes razón.
Isabel:a veces, en nuestra prisa por alcanzar nuestros objetivos, olvidamos disfrutar del proceso.
Daniel: sonrió, sintiéndose cada vez más cómodo en su presencia.
Daniel:"Eso es cierto. A menudo, los momentos más importantes son aquellos en los que simplemente estamos presentes.
"Mientras conversaban, el tiempo pareció detenerse. Isabel se sentía como si estuviera descubriendo una nueva faceta de sí misma, una parte que no había tenido la oportunidad de explorar en su vida controlada y restringida. Daniel, por su parte, disfrutaba de la compañía de alguien que veía más allá de su posición social.La conversación continuó, pasando de temas triviales a reflexiones más profundas. Isabel compartió sus sueños de viajar y ver el mundo más allá de los confines de la mansión, mientras Daniel le habló de su amor por la naturaleza y su deseo de algún día tener su propio vivero.
Isabel:"Me gustaría ver más allá de estos muros,"
Isabel: "A veces, siento que estoy atrapada en una jaula dorada. Dijo en un momento de vulnerabilidad
Daniel: Entiendo lo que sientes,
Daniel: "Yo también tengo mis propias jaulas, aunque sean diferentes."dijo con su voz suave y comprensiva
Sus palabras resonaron en Isabel, creando un vínculo silencioso entre ellos. Sin darse cuenta, sus manos se habían acercado, hasta el punto de casi tomarse sobre la tierra húmeda.
Isabel retiró la mano rápidamente, sonrojándose, pero Daniel solo sonrió, entendiendo la complejidad de sus sentimientos.
El tiempo pasó rápidamente, y antes de que se dieran cuenta, el sol había comenzado a ascender, señalando el fin de su breve encuentro.
Isabel se levantó, sacudiéndose el polvo de su vestido.
Isabel: "Ha sido un placer hablar contigo, Daniel," dijo ella, sus ojos brillando con una mezcla de gratitud y tristeza.
Isabel: Espero que podamos hacerlo de nuevo.
Daniel: el placer ha sido mío, señorita Thornton," inclinándose ligeramente.
Daniel :"Siempre estoy aquí, en el jardín.
Isabel asintió, dándose la vuelta para regresar a la mansión. Mientras caminaba, no pudo evitar mirar hacia atrás una vez más, viendo a Daniel volver a su trabajo.
Sintiendo un mar de sentimientos que empieza a formarse en su corazón. Quizás, en ese jardín lleno de secretos, encontraría la libertad y el amor que tanto anhelaba.
En su camino de regreso, Isabel se encontró con su madre, Lady Eleanor, quien tenía rato que la observaba con una expresión mezcla de curiosidad y desaprobación.
Lady Eleanor: "Isabel, ¿qué hacías en el jardín tan temprano?"
Lady Eleanor, su voz suave pero firme.
Isabel: "Solo disfrutaba de las flores, madre," respondió tratando de sonar casual.
Lady Eleanor: "Recuerda, hija, que tienes deberes y expectativas que cumplir. No olvides tu posición.y no vuelvas a salir sola sin compañía.
Sus ojos reflejaban una preocupación más profunda.
Isabel: Sí, madre,
ocultando sus verdaderos pensamientos.
Sabía que su madre solo quería lo mejor para ella, pero en ese momento, las restricciones de su mundo se sentían más opresivas que nunca.
El día paso tranquilo entre libros de poesía, y la compañía de su madre Lady Eleanor.
Esa noche, mientras el sol se ponía y la mansión se sumía en la calma, Isabel no podía dejar de pensar en Daniel y en la conversación que habían compartido.
Por primera vez en mucho tiempo, sentía que había encontrado un alma, alguien que entendía sus anhelos y sueños.En su habitación, Isabel abrió su diario y comenzó a escribir sobre su encuentro. Las palabras fluían con facilidad, reflejando sus emociones y esperanzas.
Al cerrar el diario, hizo una promesa silenciosa: buscaría más momentos como ese, más encuentros en el jardín, donde podía ser ella misma, libre de la Expectativas de la sociedad.Con ese pensamiento, Isabel se metió bajo las sábanas y cerró los ojos, soñando con un futuro donde su amor no es
tuviera prohibido, donde pudiera encontrar la felicidad junto a Daniel, en el jardín de sus amores prohibidos.
Época Actual Diana y Fernando estaban sentados en la biblioteca de la mansión, el crepitar del fuego en la chimenea era el único sonido que interrumpía el pesado silencio entre ellos. Desde que habían comenzado a investigar los secretos de los Thornton y la sociedad secreta que los rodeaba, se habían enfrentado a desafíos y peligros que jamás habían imaginado. Pero nada los había preparado para lo que estaban a punto de descubrir. Un hombre alto y de semblante serio entró en la biblioteca con un sobre en la mano. Era el mayordomo de confianza de la familia, quien, sin decir palabra, se acercó a Diana y le entregó el sobre lacrado. La mirada que le dedicó antes de retirarse estaba llena de preocupación, como si él mismo supiera que las noticias que traía no serían nada agradables. Diana tomó el sobre con manos temblorosas, y Fernando, a su lado, frunció el ceño, su instinto ya alertándolo de que algo terrible estaba por suceder. Fernando:¿Qué es eso? preguntó, tratando de leer l
James finalmente firmó los papeles del divorcio con manos temblorosas, su semblante abatido. Las últimas horas habían sido una pesadilla; la caída de su mundo había sido más rápida y devastadora de lo que jamás hubiera imaginado. Al estampar su firma en los documentos, entendía que su vida en Inglaterra, su noble título, su estatus, y todo lo que alguna vez había considerado su propiedad, se desvanecían ante sus ojos. Isabel ya no le pertenecía, y su pequeño hijo, Arthur, sería criado lejos de su control. Daniel Wycliffe, imponente y sereno, observaba a James con una mezcla de desdén y satisfacción. A su lado, uno de sus hombres acercó una pequeña maleta, que contenía el último rastro material que James llevaría consigo. Daniel: Aquí tienes lo que te queda, entregándole una suma considerable de dinero en efectivo, la única concesión que estaba dispuesto a hacer para facilitar su exilio. Daniel: Los documentos están firmados, y tu destino ya está sellado. Asegúrate de no volver j
Epoca actual 28 de marzo 2024Las últimas semanas han Sido una montaña rusa de emociones para Diana y Fernando, desde que Diana recibió su herencia y le fue revelado en una carta, que le dejó isabel III, sobre uno de los mayores secretos de la familia Thornton, la puerta secreta detrás del cuadro de lady Margaret, Fernando y ella han estado inmerso en los Diarios encontrados atando cabos, descubriendo los secretos que han estado ocultos.Diana continuaba leyendo el diario de Isabel en la tenue luz del cuarto secreto que compartía con Fernando. Cada palabra que leía la transportaba a un tiempo lejano, a una vida llena de intrigas, sufrimiento y amor. Isabel describía con detalles vívidos cómo Daniel, Edward y Alexander, habían llevado a su esposo James, al borde de la ruina. Las imprentas se llenaban de artículos revelando los oscuros negocios de James, exponiendo sus tratos turbios y su incapacidad para gestionar sus finanzas. La sociedad de la época comenzaba a murmurar, a sospechar
Diario de Isabel 15 enero de 1842 Hoy el aire se sentía pesado en la mansión, como si el tiempo se hubiera detenido en un momento de pura angustia. Estaba sentada frente al espejo de mi habitación, observando mi propio reflejo con mucha tristeza. Los moretones en mi rostro y los cortes en mis labios eran un recordatorio constante de todo el sufrimiento que día a día soporto bajo yugo de James. Las marcas de su brutalidad no solo estan en mi piel, sino también en mi alma. Intento mantener la compostura, pero por dentro me mi alma muere lentamente. Me e convertido en una sombra de lo que había sido. Estoy atrapada en un ciclo de violencia que parece no tener fin, y cada día me siento más y más atrapada, sin esperanza de escape. El sonido de pasos acercándose a la puerta de mi habitación me sobresaltó. Me levantó rápidamente, temiendo que fuera James, pero cuando la puerta se abrió, no era él quien estaba al otro lado. Edward, mi hermano mayor, apareció en el umbral, su rostro
Época actual 16 de marzo 2024El diario de Isabel temblaba en las manos de Diana mientras ella seguía leyendo cada línea con el corazón en un puño.Las palabras de Isabel relataban una verdad tan dolorosa que se sintió abrumada por el peso de lo que estaba a punto de descubrir.A lo largo de los últimos tres meses Diana había leído el diario de Isabel, ella había dejado plasmada en las páginas de su diario, los recuerdos más oscuros de su vida con James, y lo que Diana estaba por leer cambiaría por completo su percepción de la historia familiar.Fernando ha estado a su lado, a lo largo de varios días, en el cuarto secreto, han estado descubriendo los secretos que esconde los Thornton, Fernando sosteniendo su mano en silencio a Diana, dándole el apoyo que tanto necesitaba. Sabía que lo que estaba a punto de revelarse sería desgarrador.Diana tomó aire y comenzó a leer en voz alta, consciente de que cada palabra revelaba el dolor y la traición que su abuela había soportado.Fragmento
Diario de Diana15 de marzo 2024Han pasado días desde que encontramos el cuarto secreto, Fernando y yo estamos más unos que nunca.Pero lo que encontramos hoy, nos dejó pensando en todas las consecuencias que esto nos puede traer****************Época actualDiana y Fernando se miraron en silencio, sintiendo la gravedad del descubrimiento que acababan de hacer. Frente a ellos, el diario de Alejandro Thornton yacía abierto en la mesa de la habitación secreta, revelando un entramado de intrigas y traiciones que había perdurado durante siglos. Sabían que lo que encontrarían en esas páginas no sería fácil de digerir, pero también sabían que la verdad era el único camino para romper el ciclo de manipulación y muerte que había perseguido a la familia Thornton por generaciones.Diana, con las manos temblorosas, comenzó a leer en voz baja, consciente de que este diario contenía los relatos de aquellos que habían intentado desafiar a la sociedad secreta, solo para enfrentarse a la tragedia
Último capítulo