En el suelo, cara a cara sin romper el contacto visual entre las dos, ahí estaba yo, fuerte y empoderada lista para derramar sangre por mi propia justicia, tantas preguntas y ninguna respuesta, podría luchar por todo por lo que me ha hecho pasar, pero ella era como el "final boss" de todo juego, y ese final era mi madre.
Leer másHan pasado tres años desde que papá y yo nos mudamos a Sausalito es una ciudad del Área de la Bahía de San Francisco en el condado de Marin, California.
Estábamos de vuelta en coche después de ver el Monte Tamalpais, mejor dicho intentar verlo, ya que mi querida fobia a las alturas es bastante fuerte, bajo la ventanilla de mi lado de coche para que coger un poco de aire.
—Quieres que paremos a tomar un helado? ¿A cenar? —papá hace una pausa y sonríe—Cena y helado?
—Bueno.
-Jeri, no te preocupes por lo del monte vale? —lo miro— poco a poco irás consiguiendo ir un poco más arriba, sé que lo harás.
Se me humedecen los ojos al escuchar esas palabras viniendo de él, mamá nunca decía cosas así de motivadoras, siempre eran gritos e insultos cuando estaba alrededor de ella, y cuando tenía un buen día con suerte no decía M****a 30 veces al día.
—Gracias papá. —le sonrió— me apunto a lo de cena y helado, pero han abierto un bar karaoke nuevo se llama Lady Garden, podríamos ir después de cenar y tomarnos unas birras.
Con esos ojos castaños claros y brillantes me mira sorprendido intentando no soltar una carcajada.
—Birra? Dios mío mi hija de 20 años ha dicho birra.
-Siempre podemos tomarnos dos. —Me encojo de hombros
Los dos nos reímos los dos mientras escuchamos Carry on my wayward son.
Cuando entramos en la cafetería nos envían a una mesa bastante grande, El suelo con baldosas blancas y negras, asientos de coches, un Jukebox en cada mesa para poder subir o bajar el volumen a tu gusto,8 estanterías llenas de vinilos... 10 puntos para este sitio.
Viene la camarera a tomarnos nota que para suerte la nuestra la conocemos, a los minutos llega nuestra bebida y papá me mira serio con una ceja encarnada.
—Que?
—Agua con gas?
—Sí... Ya sabes que me ayuda con el estómago.
—Virgen santa... Primero birra ahora agua con gas que será lo siguiente. —dice mirando al cielo con súplica en los ojos y le tiro una servilleta en forma de bola a la cara—Hey!
—Sabes que sufro de gases y dolores de estómago, esta agua hace que se me estabilice.
—Pero... Si es agua con gas y tú sufres de gases...¿Por qué tomar agua con gas? Te va a dar gases. —pregunta serio y confundido—
Lo miro lo más curiosa que puedo por qué si lo escuchas bien, tiene razón.
—Pues tiene sentido, pero cuand...
—Una Hamburguesa tripe con patatas Deluxe por aquí...—Lo deja en mi lado— y una ensalada cesar con extra de pollo por aquí, en la cajita de cartón en forma de coche tienen todo tipo de salsas, espero que lo disfru...Ay! Lo dejé en los sitios equivocados, déjenme volver a ponerlo bien.Estoy a punto de decirle que no haga nada al igual que papá la mira con atención y admiración, Elisa y papá siempre se han llevado muy bien tanto que empiezo a pensar que a papá le gusta y mucho.
Cambia los platos nos da el provecho y se va a seguir trabajando tan feliz, Miro a papá y sigue mirando a Elisa con ojos bastante brillantes, al final me va a tocar hacer mi famoso junta cabezas.—Oye, devuélveme mi hamburguesa triple— le miro mientras muevo su ensalada cesar hacia él y él sigue mirando a Elisa como si estuviera hechizado —Eh! Podría arrancarte la mano perfectamente si tardas un segundo más.
—Ehm, perdona,que decías? ¡Eh! !Dame mi ensalada de vuelta!
Lo miro, pero lo miro con tal expresión que si alguien viera mi expresión seria la Indignación en persona. Cuando estamos con el postre papá se ha pedido un batido de vainilla y yo me he pedido un batido de chocolate con menta y un trozo de Tarta de queso para compartir, estaba todo delicioso. Elisa pasa por nuestro lado y nos sonríe mientras va a otra mesa a tomar nota, papá se queda sonriendo mientras la sigue con la mirada.—Papá, das miedo.
—¿Eing? Por qué ?—vuelve a mirarme——No piensas pedirle una cita ? Salir a cenar o algo ?
Parpadea tanto que parece que se le van a pegar los párpados
—¿Q-que dices? Una ci-cita? ¿A quien?—Sonríe nervioso—A mí no me gusta Elisa.
Pongo los ojos en blanco y voy a responderle, pero escuchamos un grito y al mismo tiempo platos rompiéndose, Viene de la mesa en la que Elisa estaba tomando nota, Son 5 hombres podría decir que de unos 26/27 años, riéndose en voz alta.
Elisa está recogiendo todo lo del suelo con una mirada avergonzada y cansada.
—Eso es, recoge la m****a que has hecho. —Dice uno de ellos
—Aquí no por favor —Dice Elisa ahora un poco cabreada — Estoy trabajando.
Papá y yo nos miramos mutuamente y no dudamos en ir a ayudarla, yo me adelanto, ya que papá está terminando su postre tranquilamente mientras no aparta la vista de nosotras.
—Deja que te ayude. —le doy una pequeña sonrisa.
—Oh Si por favor, Por fin una mujer más joven para poder disfrutar las vistas.
Elisa me dice con su mirada más asustada que me vaya y yo niego con la cabeza tranquila sigo ayudándola a limpiar sin hacer caso a esos cinco de la mesa.
—Entonces —me dice el hombre que estaba hablando— ¿Tú también vendrás después a vernos como va a hacer Elisa?Podríamos pasarlo incluso mejor.
La miro sería mientras ella tiene la mirada baja, no me mira en ningún momento y parece que va a llorar.
—Escúchame gilipollas —digo dando vuelta—. Creo que es hora de que te vayas y dejes el sitio libre a gente que de verdad necesite el puto aire que tú estás respirando.
Me había cabreado, me recordaban mucho a las parejas que había tenido mama y yo ya soporte todo ese trato durante bastante tiempo, más del que debería, ni una más.
—Para ti soy Marco Vitale Y prometo ser tan cuidadoso que me acabarás rogando por más. —me mira y me guiña un ojo—.
En cuestión de segundos veo su cara arrugarse y desaparecer de mi vista por el impacto del
Puñetazo que mi padre le ha soltado, sus amigos se levantan para ver a Marco y se dan cuenta de que está inconsciente en el suelo, mi padre mira a sus amigos y le hace señas con la mano para dejarles saber que quiere más, pero nadie se atreve.
En ese momento aparece un chaval por la puerta con una sudadera negra y capucha puesta, tiene los ojos bastante claros, como azul verdoso bastante profundos.
Mira al hombre tirado en el suelo y con una mirada de pánico busca a Elisa, dejo de mirar al chico y me fijo en mi padre y ver cómo van a reaccionar sus amigos, no me importaría meterme en una pelea ahora mismo.—Ahora coger a vuestro amigo de m****a y salir cagando leches de aquí.
Hacen caso mientras recogen a su amigo del suelo y siempre mirando a mi padre de reojo, me di cuenta de que el chico con sudadera se había ido.
Uno de los amigos de Marco se acerca a mí con expresión de furia, parece el más joven incluso podría decir que es su hijo.—Estás loca, no sabes que has hecho.
Puedo ver hasta un poco de miedo en sus ojos, pero me da igual, le sonrió y digo
—Yo vengo del puto infierno, no me asusta un madurito con aires de diva.
Entramos los dos a la clínica esperando a que llamaban a la paciente para poder salir a saludar, nos tenían aquí ya como unos 20 minutos sin decirnos nada.Yo estoy dando pequeños empujones a Ian mirándolo para ver su reacción, él es un edificio comparado conmigo así que puedo jugar con el juego de mirarle con ojitos de cordero degollado mientras él me pide que esté quieta con una sonrisa en su cara—¿Jericho Mills?—dijo un enfermero—Si, soy yo.—me acerqué a él—Por protocolo de seguridad la paciente Marie Drove no puede salir hasta aquí pero usted si
Quería morirme del dolor de cabeza que tenía, llevaban días tocando a la puerta y dando voces y flashes. Tenía la almohada en la cabeza intentando tapar el ruido pero no había manera, dando un pequeño grito gutural de odio hacia la existencia humana me levanté de la cama.Bajé silenciosamente las escaleras por si acaso James seguía durmiendo, y por las voces que voy escuchando no lo estaba.—No, si, lo sé, de verdad que lo siento. —da una pausa mirando al cielo y cerrando y apretando los ojos— Sé que fue importante pero Terry solo hacia su trabajo, por eso me he puesto en contacto personalmente con ustedes.Deja de hablar otra vez seguramente por qué le habrán interrumpido. Me quedé en una esquina con mi camiseta larga y en bragas—Si, entendido. —Giró sobre su cuerpo y acabó mirándome a mí— Le p
Abrí las puertas de la casa de James haciendo ruidos para que supiera que era yo, entré y dejé las llaves encima del pequeño cuenco que tenía en la entrada para dejar las llaves.—¿Hola?—dije altoUna cabeza con expresión de asombro asoma divertida y vuelve a esconderse como si no me esperara tan temprano, yo reí y seguí hacia delante—Que miedo das con esa cara. ¿A ver, que has hecho? Cuando giré mi cuerpo hacia la cocina estaba nervioso en la puerta y con sus manos me dejó ver que quería que viera lo que había en la mesa, una tarta de chucherías que parecía que la había hecho un niño de 2 años—¿Y esto? —reí sincera—He pensado que te gustaría una tarta de chuches…cogí todas chuches rojas por qué… ¿a quien no le gusta l
La angustia y dolor salen de mi piel sin miedo alguno, no sabía que me iba a encontrar una vez que entrara por esa maldita puerta a la que denomino; la puerta del infierno.Obligué a James a quedarse en el coche con Kat, sabía que ella no quería ver a mi madre de esa manera y menos una situación como la que me ha descrito Maxi, nos disponemos a salir del coche para ir hacia lo que ahora me parecía el matadero que antes llamaba hogar.—Entro yo primero, por si acaso nos encontramos algo que no queremos ver.—mencionó Maxi con un nudo en la garganta—No sabía que tenías sentimientos.—Dije yo sin tener contacto con el—Sabes
Quedaban cinco minutos para salir a mí primer concierto y yo me encontraba enredada a la cintura de James intentando bajar de la posición que teníamos en la pared.Un silencio salido de una película de drama apareció en la sala ¿Había dicho que me quería?Bajé de su cintura para poder prepararme en el poco tiempo que me quedaba, me guíe el baño para poder lavarme y limpiarme mis partes íntimas, cuando salí James estaba colocando el botón de su pantalón y subiéndose la bragueta, aún estaba a simple vista su bulto queriendo llamar la atención.—Jericho, oye… —Dijo viniendo hacia mí rascandose el pelo despeinado con una mano—¿Me quieres? ¿Sientes eso por mí? —Pregunté—Te quiero, te deseo, te necesito. —Dijo el alterado—Esas palabras no
Habían pasado semanas desde firme el contrato con RedStudios, Terry me convenció de unirme al grupo que tenían allí, iban pasando las semanas y todos nos llevábamos bien, salvo por Novelda que me odiaba a muerte, Nadie sabía por qué.Yo me olía que era por algo de James, siempre que tenía un hueco libre pasaba por aquí para traerme churros y cuando él tenía que estar aquí yo se los traía a él, era increíble como los dos disfrutábamos tanto de nuestra compañía.Ahí estaba, en el estudio hablando con Terry yHugh, el técnico de sonido de Red.Fiel a su camisa desabrochada, a sus conversé negras debajo de sus pantalones de traje y su camisa remangada hasta el codo, su pelo despeinado que hacía que yo perdiera todo m
Último capítulo