9| Trato hecho.
Analía se sintió nuevamente ansiosa y asustada cuando el alfa pronunció aquellas palabras.
Él, con la adrenalina aún en el cuerpo, se volteó a mirarla, la tomó con fuerza por la cara y la acercó a él.
— Deja de sentir miedo. Yo nunca he sentido miedo, y tu miedo en mi cuerpo me corrompe. Analía estaba tan confundida.
Ni siquiera habían pasado dos horas desde que había sellado el contrato de vida o muerte con el hombre, se había convertido en la luna de una manada de personas que se transformaban en lobos y tenía que compartir las emociones con un cascarrabias malhumorado.
Aprovechó la rabia que sentía de él y lo empujó.
— Déjame en paz.
Ella no quería eso, no quería estar ahí.
Odiaba esa situación. Lo único que quería era dejar de ser una esclava, escapar y buscar a su hermano lo que era lo único que la motivaba.
Así que dio la vuelta y caminó por la calle.
Cuando tomó la decisión de irse, cuando pensó en que incluso podría robar la motocicleta de Salem para escapar, sintió u