BARBARO MI MATEES

GALENKA

Guerra, sangre y lágrimas se ha teñido la tierra desde tiempos inmemoriales debido a la interminable guerra que hay entre humanos, vampiros y lobos, más allá de lo que se pueda pensar, existe una profecía la cual dice que llegara un ser tan poderoso que será capaz de unir a las tres especies cuando un poder superior a nosotros quiera surgir queriendo domesticar nuestro mundo, por lo que sus fuerzas se unirán con un único fin y es prevalecer en este mundo que cada ser vivo o muerto quiere conquistar.

No hay tregua, no hay descanso, no hay paz y yo sobrevivo desde que era pequeña huyéndole a la muerte que siempre me respira en la nuca desde que tengo memoria siendo víctima de esta guerra interminable de seres sobrenaturales. 

Soy Galenka  la especie más poderosa sobre la tierra jamás antes vista, soy alfa de alfa por ende todas las especies deben arrodillarse ante mi menos mi….

—Mate, mate, búscalo Galenka

Arranco el cuello del vampiro y emprendo el camino persiguiendo el delicioso olor a chocolate, fresas y vainilla que tanto mi loba como yo percibimos con gran intensidad.

Los latidos de mi corazón se aceleran recorriendo el bosque donde esquivo los arboles a gran velocidad, soy imparable persiguiendo el aroma que despierta mi libido dormido por siglos.

—Es ese mi nuestro «Mate» Galenka lo encontramos— dice me loba Malia muy emocionada y es que por milenios he estado esperando que la madre Luna por fin me diera la oportunidad de conocer el amor verdadero y por fin lo he encontrado.

Recorre el bosque a gran velocidad matando en el camino a todo Rogue y vampiro que me encuentre, el olor se intensifica volviéndome loca cada que acoto la distancia y busco en medio del caos el poseedor de tan eclipsante olor.

Lo busco tomando el cuello de un vampiro que me ataca mientras mis lobos vienen detrás de su alfa, no soy cualquiera, soy alfa de alfa y todo ser sobrenatural debe inclinarse en mi presencia.

Lo estrello contra un árbol y meto mi mano en su pecho arrancándole el corazón mientas lo descubro, lo hayo a él, a mi mate a punto de matar a mi beta Dominika y tiro el cuerpo apresurándome antes de que el hombre la traspase con su arma.

Mis movimientos son muy rápidos casi imperceptibles al ojo humano gracias a la mezcla de especies que poseo, me lanzo hacia el tumbándolo en el proceso, damos una serie de vueltas en el piso y quedo encima embriagándome con el olor que destila.

No es cualquier hombre, no, la madre Luna no podría mandarme otro mate que no fuera «Armin romanov » el cazador de seres sobrenaturales.

En medio del caos presionando el brazo derecho donde tiene su arma y su pierna izquierda con mis extremidades inmovilizándolo, le miro a los ojos azules zafiro que tiene y me vuelvo loca con mi loba queriendo besarlo y reclamarlo como mío.

No pierdo el tiempo y meto mi rostro en su cuello aprovechando su estado de shock porque también a sentido la conexión, aspiro su delicioso aroma calmando los ímpetus de mi loba y reclamándolo para mi con la palabra que lo declara…

—Mio.